¿Cómo?

¿Cómo pasar página si la tengo tatuada en la mano?
¿Cómo desprenderme de un camino si es el que me lleva a mi hogar?
¿Cómo vivir?
Cuando las anclas se agarran fuerte a la arena.
Cada vez cuesta más sostener los labios para formar una sonrisa.
La máscara ya se está despegando y no me queda pegamento
Sinceramente, tengo miedo.
La oscuridad no es agradable para quien, acostumbrado a ver flores, experimenta un terremoto permanente de ocho grados.
Seis números en un dado y ninguno de colores, no hay más elección que seguir con el juego.
No me quedan más palabras dentro, no me quedan.
Solo queda un mensaje escrito en lengua desconocida y las instrucciones para descifrarlo están en el camino, pero el camino duele y tengo los pies cansados desde hace ya tiempo.
Cada escalón mide dos metros y yo siempre fui bajita, poco elástica, y desganada como para esforzarme un poco más.
Me encanta la playa, pero ahora me recuerda lo pequeña que soy para el mundo, y lo insignificantes que son mis lágrimas.
Decidí no llorar más.
Me dijeron que para desahogarme siga escribiendo, pero es que ya no me quedan hojas
Ni sangre con la que escribir.