Señales.
Tu piel me susurraba te quieros aunque tú no lo sabías.
O era yo la que malinterpretaba tus caricias.
A lo mejor de lo frías que eran, quemaban y yo lo interpreté como cariño.
Ahora me quito las motas de los restos de los besos que me diste.
Ya no queda nada.
Solo tu olor en mi camiseta
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