Solamente yo.

Nunca he tenido dinero, aunque siempre me han bastado las palabras para llenar mi vacío.

"La felicidad es la ausencia de dolor"

Yo ya acepté que no sería feliz nunca, aunque fingiendo sonrisas hasta me lo creo.

Tocando la guitarra me olvido de los gritos de la melancolía, que hasta que no le hago caso, me araña las entrañas.

Me limpio el alma con las flores que crecen en mi puerta, protegiéndome de la oscuridad

Pero siempre encuentra huecos para enrollarse entre mis costillas.

Cuando era pequeña solía mirar al cielo esperando a que lloviera

Ahora tengo bastante, siempre llueve en mis ojos.

Los besos, la música, las letras, corren entre mis venas, y lo convierto en gritos de auxilio en cada palabra.

"Solo tú puedes salvarte"

Pero la oscuridad no puede crear luz, y yo siempre fui de las sombras más oscuras.

Mis dedos cansados ya no tejen soles, ahora todo es tormenta y caos.

No consigo poner mis pensamientos en orden y al final uno solo se alza entre el resto:

Duele.

Desnudé demonios y me encontré conmigo misma

Sin la ropa encima parezco muy frágil así que me armo con una sonrisa, pero los ojos nunca mienten y yo transmito tristeza con la mirada.

Consigo confundir a los cuchillos que me lanza la vida o eso creo, ya que me convertí en el propio dolor y ya no noto la sangre que brota de mi pecho.

Entre libros encontré una salida para no pensar, para dejar de existir en este círculo de mierda.

Gritando me paso el nivel de la vida aunque este siempre sube.

Ahora estoy en el extremo.

¿Cómo no caer por un acantilado, al mar de recuerdos, si a la leve brisa me tambaleo?